El 17 de mayo pasará a la historia de las cofradías por la celebración del Jubileo de las mismas. Se organizó una procesión magna con la participación de cofradías de varios países de Europa, con sus singularidades.
El cortejo se organizó de la siguiente manera.
Abriéndolo, el Crucificado de Mafra (Portugal), seguido por Santa Ana y la Virgen de la Hermandad del Vaticano. Posteriormente Jesús Nazareno de León. Tras Él, los crucificados de Liguria, con dos de ellos. Seguiría la Addoloratta de la ciudad de Enna para terminar con las imágenes del Cristo de la Expiración de Sevilla y la Virgen de la Esperanza de Málaga.